1º de Mayo 2022. Los derechos se conquistan luchando
Una de las grandes promesas de los partidos del gobierno durante las pasadas elecciones generales fue, junto a la de la derogación de la ley mordaza, la derogación de la reforma laboral. Pero como suele ocurrir cuando ganan las elecciones, lo prometido se olvida. La ley mordaza continúa siendo un instrumento de represión que persigue y castiga la protesta social, y la reforma laboral apenas ha sido modificada. La subida salarial no compensa en absoluto el incremento del coste de la vida y el despido les sigue saliendo barato a las empresas.
Reforma laboral tras reforma laboral, la tendencia ha sido siempre ir a peor. Las condiciones de trabajo empeoran significativamente año tras año. Cada vez menos derechos y cada vez peores condiciones de vida para la clase trabajadora.
En las últimas décadas, el trabajo ha sufrido un proceso ininterrumpido de precarización. Y es sobre esa precarización de la clase trabajadora que la economía crece, se desarrolla la sociedad y unos cuantos se hacen muy muy ricos.
Para que esta deriva de precarización de las condiciones de trabajo haya sido posible, y no solo en lo estrictamente laboral, también en lo cultural y lo social, ha sido necesaria a su vez, una deriva en la conciencia de la clase trabajadora que ya no se cuestiona ni las instituciones del Estado, ni el modelo económico capitalista.
A este cambio han contribuido las organizaciones y partidos políticos de izquierda que, a lo largo de toda su historia, siempre han colaborado con el Estado y sus instituciones. Sus discursos en favor de que el Estado del bienestar, el crecimiento económico y el modelo productivo capitalista son el único escenario posible, han sido definitivos para borrar de la conciencia de los y las trabajadoras su histórica tradición de lucha en favor de destruir el Estado y cualquier institución basada en la acumulación de capitales y la explotación humana.
Se huye del conflicto social porque se considera que los intereses del obrero y del burgués son, en definitiva, los mismos: mantener el sistema productivo para poder disfrutar de las ventajas y los placeres de la sociedad de consumo. Sin embargo, cuando se trata de hacer sacrificios, es la clase obrera la que tiene que apretarse el cinturón y aceptar los recortes, los despidos y los ajustes que sean necesarios para que las empresas sigan siendo competitivas en el mercado. Los beneficios empresariales solo son posibles explotando y sometiendo a la clase trabajadora, y es por esa razón que la paz social es imposible y el conflicto se vuelve inevitable, como se pudo ver en las protestas que estallaron en el mes de noviembre del año pasado en el sector del metal de la provincia de Cádiz, donde la gente se echó a la calle harta de tener que someterse a condiciones de trabajo abusivas para poder llegar a fin de mes, o como está ocurriendo con el sector del transporte que no gana ni para cubrir costes, mientras los directivos de las industrias del hidrocarburo amasan sus fortunas. El capitalismo, tanto en lo económico como en lo social, es insostenible.
Desde CNT-AIT hacemos un llamamiento a toda la sociedad para que se organice y deje de soñar con las falsas promesas de bonanza que ofrece el sistema. Si realmente queremos alcanzar un modelo de sociedad basado en la igualdad económica y la justicia social, debemos acabar con el doble yugo al que nos somete el Estado y el Capital. Todas las personas pobres y desheredadas del mundo tenemos intereses y necesidades comunes y debemos buscar un modelo que nos permita organizarnos de abajo a arriba, sin líderes ni cabecillas abusones, alejándonos de las estructuras políticas, tal y como reclama el sindicalismo revolucionario.
Es necesario hacer memoria, recordemos como lucharon compañeras y compañeros años atrás y como las grandes conquistas de la clase trabajadora han sido alcanzadas históricamente mediante la organización y el compromiso con la justicia social. Dejemos los acomodos de creernos clase media y luchemos por salir de esta realidad que nos aliena.
Tomemos consciencia de que solamente desde el pensamiento y la acción colectiva, antiautoritaria y de clase, podremos cambiar radicalmente nuestra realidad. Por todo ello, este 1o de Mayo hacemos un llamamiento a la clase trabajadora para que salga de ese confinamiento ideológico y cultural en el que se encuentra sumida y tome consciencia de que los derechos se conquistan luchando.
En 2022 se cumplen 100 años de la fundación de la Asociación Internacional del Trabajo, la internacional obrera a la cual está adherida la CNT-AIT y cuya máxima, como también lo fue de la 1ª Internacional, es que la emancipación de la clase obrera debe ser obra de las obreras y los obreros mismos. Recordémoslo cuando las organizaciones políticas lancen de nuevo sus falsas promesas de bonanza y prosperidad. Solo una clase obrera consciente y organizada podrá acabar con la tiranía capitalista y garantizar un futuro próspero y en paz para toda la humanidad.
Confederación Nacional del Trabajo, sección española de la Asociación Internacional de los/as Trabajadores/as.