A la memòria del company Ferran Gerhard

 Te fuiste sin dejar un pensamiento,  
 Con la pluma creciente y delicada,
 Un tierno crepitar en la mirada
 Que olvidaba su luz en Barlovento.
  
 Y olvidaba su luz en el momento
 En que ocurrió la muerte, tamizada
 Con Bukowski y John Fante y la camada
 De historias realistas con el cuento
  
 Que crecía en el don de la impureza,
 Heroína que plañe su futuro,
 Héroe que desdice ya maduro
  
 En el bloc de las notas la tristeza.
 Tarragona ha perdido a su escribano
 Que ha dejado sus huellas con la mano. 
  
 Teresa María Català 

 

Ferran Gerhard llibres 1

Ferran Gerhard Oliva nos ha dejado. Se ha ido por » la senda del perdedor». Los perdedores a quienes tanto estimaba, a pesar de no ser uno de ellos. Allí su admirado Hank Chinawski le esperaba, con un par de cervezas. Ferran seguramente le dirá que prefiere un champú.
 
Ferran tenía con el lenguaje el mismo estilo que en la vida: era limpio. Exudaba, como él mismo, un aroma a jabón recién usado, a agua recién encomendada por algún santo laico.
 
Ferran fue un anarquista que leía todas las semanas más de un libro ácrata, que compraba los domingos en el puesto de CNT Tarragona.  Ya jubilado, se afilió al sindicato por razones ideológicas. Cada sant Jordi CNT Tarragona tenía libros de su autoría para vender.
 
Anualmente la editorial Silva de Manuel Rivera editaba un libro suyo. Tenía muchos publicados y guardaba algunos inéditos.
Era un escritor vocacional y eso, unido a su oficio como periodista, le convertía en un cronista de la vida nocturna, bohemia de Tarragona,  con sus antiheroinas y sus antihéroes.
 
Vayan estas palabras en recuerdo de Ferran, buen amigo de sus amigos, y fiel compañero en las letras de Tarragona. Ojalá sirva de consuelo a todos aquellos que le estimamos por ser un hombre leal e íntegro en su vida y con sus ideas.
Teresa Maria Català
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